Hemos de hablar y no parar de activación de las personas con discapacidad, y tras hablar, hacer, más que el desempleo, la gran cuestión es la inactividad forzada, el no tener en el horizonte la inclusión laboral, por ello en la agenda política de la discapacidad el asunto del empleo, puerta para la autonomía económica, resulta esencial, tenemos más de 700.000 personas con discapacidad inactivas, obligadas a no participar en la corriente económica general. Como CERMI pedimos, exigimos, un nuevo modelo legal de inclusión laboral, que supere y trascienda el de los últimos treinta años, que encare los desafíos del presente, esa es la cuestión y en ello estamos

Las mujeres son la mayoría de las personas con discapacidad, son por tanto el gran grueso de nuestra realidad como personas y como grupo, ha de tener por tanto la correlación de este máxima importancia, por ser mujeres y por presentar una diversidad en su funcionamiento, sufren exclusiones más intensas y extensas, que interseccionan y se multiplican, generando situaciones inaceptables hasta el extremo, el asunto de género es el nuclear en la discapacidad, no puede minimizarse, hay que tomar conciencia de él y actuar en consecuencia, el movimiento asociativo lo ha descuidado, no lo ha ha asumido con la troncalidad que tiene, y esto hay que repararlo, se trata de hacer y de hacer más...las mujeres han de empoderarse y asumir cuanto antes la dirección del movimiento asociativo y la orientación de las políticas y legislaciones, así de simple...

No, categóricamente no, no se cumple, y eso pesa en el debe de nuestra sociedad y nuestro país, las personas con discapacidad estamos muy lejos aún de un acceso regular a los derechos humanos, incluso a los más básicos, basta recordar que hay 80.000 personas privadas del derecho de voto en España por presentar una diversidad de funcionamiento, a las que no se las considera preparadas para ejercer este derecho. La Convención es un corpus audaz y exigente que obliga a actuar con vigor, convicción e inmediatez en las mentalidades y en sus consecuencias normativas, leyes, políticas, acción pública, interacción social, la Convención nos proporciona arsenal para al menos o 2 o 3 décadas, la tarea es ingente, pero como primera cada persona ha de asumir y tomar conciencia de su valor intrínseco, de su dignidad, de su aportación a la comunidad y de la indemnidad de sus derechos, la emancipación colectiva pasa por el empoderamiento individual.

Llevas toda la razón, nunca nada es fácil para el diferente, para que que se sale de los cánones, en la educación se ha podido registrar la historia larga de una infamia, durante centurias hemos estado apartados, se nos negaba, luego se nos admitía, pero a condición de que fuera en circuitos específicos, fuera de la corriente general, para no contaminar, imagino, después hemos podido acceder, a cuentagotas, a los entornos "normalizados", en los que además de muchas barreras no han existido apenas apoyos...eso puede extenderse a la educación superior, punto por punto...ante esto, qué hacer?, pues primero, incidir para cambiar el marco normativo que regula esas enseñanzas, que los derechos de las personas con discapacidad estén declarados y luego que se apliquen, al tiempo proveer de apoyos para que el acceso a la universidad sea real y efectivo, que no haya exclusiones en el interior del sistema o rebajar las que se produzcan...algo de lo realizado está dando tímidos frutos, en los últimos años ha crecido considerablemente el alumnado universitario con discapacidad, comenzamos a entrar y estar, las medidas adoptadas, todavía muy insuficientes, dan frutos...hay que intensificar las estrategias inclusivas, nos irá bien...

Con zozobra, con sufrimiento, con sentimiento de sufrir una injusticia...las sensaciones se agolpan, y no por el temor de la estructura a quedarse sin los recursos que permiten su continuidad, que sería el egoísmo de todo ser, que quiere perseverar, sino porque el instrumento que somos, la herramienta de provisión de apoyos, de acompañamiento activo para una infinidad de personas que están bajo los umbrales de una vida decente, el temor es por ellas, es como un castigo, se perjudica al más débil...de ahí la rebelión mora ante este tipo de sentencias, frías, asépticas, distantes, que parece que se pronuncian en un laboratorio, en condiciones aisladas, sin conexión con la realidad...esperemos revertir esta situación, estamos en ello, pero nos drena fuerzas, que deberían orientarse a los derechos, a la inclusión, al bienestar de tantos a los que se les ha robado...

Pues comenzamos a tener datos, lo cual es indicador positivo, podemos saber cómo es la realidad, España es un país eminentemente turístico, su potencial está en sus atractivos, entre ellos los litorales, estos han de ser realzados y ofrecidos en condiciones de excelencia, para resultar competitivos....la accesibilidad de las playas, además de una expresión de un derecho, de la normalidad que debería ser vivir en comunidad, es un aliciente para el potencial turístico...así lo ha entendido el movimiento asociativo y ha peleado para que las playas fueran entornos accesibles, hoy España es de los países que más número de playas con estas características tienen, lo cual puede parecer halagador, pero que no deja de ser una obligación para el que quiere ser o aspirar a ser de los primeros en turismo

Augurar hacia dónde vamos es siempre problemático, tenemos el deber de anticiparnos, de ver más allá, pero vivimos momento de vértigo en que todo cambia a velocidades inusuales, en este asunto, lo decía antes, hay que superar y trascender los modelos de los que venimos, las dualidades, las fracturas, los sistemas contrapuestos, separados y hasta enfrentados, ya no tienen vigencia, lo binario ya no se lleva ni en informática,,,el paradigma ha de ser el del empleo decente, digno, de calidad, con derechos, justamente retribuido, lo demás son instrumentos, son factores añadidos, que no definen, y que han de pasar por el cribado de su utilidad, de su ayudan a esos objetivos, iremos a modelos elásticos, flexibles, cambiantes, donde la persona sea el centro y el protagonista,,,

Es una evidencia dolorosa, hemos tenido casos extremos, muy cercanos en el tiempo y en el espacio, aquí en Madrid, donde escribo, la violencia existe, es un mal presente en nuestra sociedad, pero no es neutra, castiga más a los que el imaginario social ve como "más débiles", percibe, aunque no se lo confieses, como "inferiores", el abuso, el maltrato, la intimidación que sufren muchas personas con discapacidad en parte es por presentar esa nota de diversidad, por ser diferentes y serlo de eso modo, de ahí que tengamos que plantear y establecer medidas de prevención y defensa, planes, protocolos, toma de conciencia, etc., está casi todo por hacer, también en temas de datos, estadísticos, apenas hay nada, no hemos sido variable relevante hasta ahora, hay que cambiar eso, un asunto más en agenda, forzar que existan datos, generarlos, provocarlos, solo que se evidencia existe, ser, decían los filósofos idealistas, es ser percibido, lo que no se percibe, carece de entidad

La catalogación por tipos de discapacidad ha sido una constante en nuestra historia reciente, ha estado y está presente en múltiples expresiones, incluso en la propia articulación del movimiento asociativo, sin ir más lejos, pero creo que el en futuro se va a atenuar como factor de diderenciación, va a ser de algún modo trascendida, habrá que ir a la persona, a su realidad individual y a la de su entorno, a los elementos de exclusión con los que se topa y a los apoyos que precisa para sortearlos o eliminarlos, en ese escenario, el tipo de discapacidad será una cuestión no digo menor pero sí no esencial...generalizar por tipos de discapacidad escamotea la realidad, la simplifica hasta el extremo, cuando es tan profusa, tan distinta, tan casuística...

Aquí soy juez y parte, de algún modo, no sé si tendré la distancia y la neutralidad exigibles para enjuiciar algo que vivo tan de cerca. Si no lo es, tendrá que serlo, el futuro, mejor el presente, será innovador o simplemente no será, es condición de supervivencia.. Históricamente, lo hemos sido, surgimos como movimiento de la discapacidad para cambiar, para transformar un entorno que nos negaba, que nos excluía, que nos hacía de menos, nuestro origen es absolutamente innovador, producir cambio social, eso hay que mantenerlo, es cierto, es posible, que en las últimas décadas, se haya generado cierta estabilidad, cierto asentamiento, un asomo de consolidación -por el carácter de prestadores de servicios, fundamentalmente- que haya llevado a algún grado de adocenamiento, aburguesamiento, como se decía en los años 60 y 70 del siglo pasado, esos resabios hay que ponerlos en cuestión, deshacerse de ellos, y entroncar con nuestra procedencia genuina....soy optimista, la innovación está en nuestro carácter y en momentos tan turbulentos como los que vivimos saldrá de nuevo...

De los dos modos, por naturaleza somos seres individuales y sociales, en la misma medida. No creo que se contraponga la pelea individual con la colectiva, se complementan, incluso se refuerzan mutuamente. Primero, cada persona con discapacidad ha de tomar conciencia, empoderarse, constituirse en el agente de su propia inclusión, eso ya es mucho, si todos los hiciéramos, si a todos nos permitieran hacerlo, gran parte de la batalla estaría ganada, pero si aún quedan fuerzas, si sentimos que más allá de nuestra esfera más cercana, podemos ser útiles y benéficos, demos el paso, organicémosnos, en las entidades que ya existen, o en otras que creemos de nuevo cuño, bajo fómulas más habituales o innovando, hoy el entorno tecnológico lo permite, casi lo exige...solos y en compañía, ese es el plan

Comparar es poco elegante, se dice que es hasta odioso, en todo caso, no se trata de una competencia, Madrid debe ser juzgada en relación a su situación general de población, riqueza general, desarrollo humano, inclusión social, no se pueden comparar cosas disímiles, dicho esto, me mojo, Madrid no está a la altura de su potencial, podría hace mucho más, cuenta con grandes "talentos", su movimiento asociativo, el nivel de conciencia y conocimiento de la gente con discapacidad, un entorno social, económico, empresarial e institucional muy surtido, en fin, hay muchas condiciones para que fuera o aspirase a ser un cierto modelo, que hoy no es...

Buena reflexión, sobre todo para alguien como yo que gran parte de su tarea es hacer incidencia para cambiar las leyes, para que tengamos mejores leyes, más inclusivas, para que todo el ordenamiento pase por el tamiz de la Convención de la ONU...produce melancolía oír decir que las leyes no sirven, cuando te dedicas a eso, pero quizás la explicación venga porque nos creemos lo que decimos, o deberíamos, si somos un Estado de Derecho, si lo que impera es la Ley, que es el medio racional, prudente y equilibrado para mantener condiciones que favorezcan la convivencia pacífica y justa y en libertad, la Ley entonces es una cosa muy importante, esencial...si la Ley no se cumple, no es la discapacidad la que tiene un problema, es el país el que lo tiene y muy grande...

Hola, Amelia, gracias por tu pregunta, que conecta con el interés de muchos, la Seguridad Social es la gran arquitectura de bienestar social del país, y resulta esencial para las personas con discapacidad, el gran grueso de recursos para las personas con discapacidad y sus familias viene vía de la Seguridad Social, por lo que es prioritario mantenerlo, asegurarlo y ampliarlo...no creo que las personas con discapacidad corramos un peligro, un riesgo específico, nos irá mal si al sistema le va mal, pro ello la necesidad de preservarlo, como ciudadanos que somos, además de como personas con discapacidad, no veo peligros inminentes para los pensionistas con discapacidad, salvo los problemas que tenemos detectados y denunciados, pensiones bajas, valoraciones restrictivas, incompatibilidades, etc., y que habrá que mejorar, globalmente no veo peligros de desaparición, siempre que mantengamos vivo y dinámico el sistema, pero esa es una cuestión de país,,,